"Quizá no se tenga que hablar de fracasados, sino de marginados, personas a las que el denominado éxito se les niega de antemano y las posibilidades, las elecciones de vida se les reducen a pocas opciones.
La temática y el estilo enmarcan a la obra dentro de un realismo, sin dudas se refleja una realidad, lo que vemos existe y se representa de una forma fiel a lo que podría ser la vida de estos personajes, que en algún lado, de forma menos exacerbada existen. El retrato se logra, el tratamiento es totalmente naturalista, por momentos ciertos giros en el texto y el uso multimedia como recurso narrativo rompen un poco con la naturalidad y con lo que debería ser natural para estos seres.
Si bien hoy en día es bastante común encontrarnos con proyecciones audiovisuales dentro de una obra teatral, en esta ocasión la pantalla está muy bien aprovechada, por un lado nos muestra lo que no vemos, lo que sucede en otro tiempo-espacio de lo que esta pasando en escena y por otro cumple un papel escenográfico original.
Las actuaciones están a la altura de los personajes, se destaca Silvina Mañueco encarnando a Elvis un “chico de la calle” con todos sus tics y su particular ambigüedad sexual. Todas las actuaciones se adaptan al registro de la obra, la paleta de colores que se atraviesa no es amplia, salvo algunos destellos, la tonalidad de la obra en general es oscura, quizá es la indicada para pintar el universo que se esta mostrando, aunque por momentos podría ser necesario un cambio de tono o de ritmo. La trama y la forma en que se relata, lleva a que casi todo lo que sucede suceda en un solo espacio diegético y que se base demasiado en la palabra dejando de lado las acciones físicas, lo que hace que a veces la cosa quede estancada en diálogos. A todo el peso dramático que conlleva el infortunio de los personajes, le haría falta su contrapeso, para que pueda ponerse en juego el vaivén de emociones en el espectador y que no sea un choque constante contra una dura realidad.
Es una obra cruda, el efecto que produce es el mismo o similar al que se produciría si nos topamos con estos personajes y su historia en la vida real. Podríamos decir que el director no elige el camino de entretener, sino el de mostrar una realidad, exponiendo temáticas de debate actual en la sociedad y haciendo visible lo que se supone un tema de minorías."